Hacienda El Zapillo, Sevilla.

A medio camino entre Córdoba y Sevilla, en la localidad de La Campana, se erige la Hacienda El Zapillo, una finca dedicada a labores de pastoreo, labranza y ganado, existente desde 1646.

Sin nombre en un principio, dos teorías compiten por atribuirse el bautizo del lugar. La primera de ellas es la de un propietario que, procedente de la playa almeriense del mismo nombre, quiso recordar su cuna. La segunda habla de un marinero que dejó sus labores en la mar para dedicarse a labrar la tierra. En aquellos tiempos, este hecho era conocido como «za pillear», de donde surgió el nombre de Hacienda El Zapillo.

Empleado para la guarda del ganado, el grano y los aperos de labranza, el cortijo fue, poco a poco, convirtiéndose en lo que hoy es: uno de los espacios más espectaculares y bien conservados de la zona.

Los cuidados constantes hacen de éste espacio familiar una elección exquisita para todo tipo de eventos, bodas, bautizos, conciertos, cumpleaños, y un largo etcétera de posibilidades en un ambiente natural con unas condiciones climáticas sobresalientes.

En nuestras instalaciones pueden realizar diferentes actividades relacionadas con el caballo:

• CAZA A CABALLO: La caza de la liebre con galgos; se puede practicar en grupo, esta modalidad de caza montado a caballo y participar en una práctica ancestral, que junto con la altanería representa la única caza activa que no precisa de armas de fuego. En ella se someten a prueba dos animales: la liebre y el perro. La espectacularidad de la pugna proviene de la serie de estratagemas que ambos ponen en juego. Es magnífico observar desde un caballo el desarrollo de la puntuación, respondiendo a un severo reglamento. Un desayuno, una copa de vino español y un almuerzo campero lo complementan.

• ACOSO Y DERRIBO: En origen forma parte de las faenas necesarias y habituales en la cría de reses bravas. Con esta faena se determina la bravura del toro, por medio de una persecución a caballo de la res, que termina con el derribo de ésta. Este trabajo se desarrolla habitualmente en el seno de las ganaderías, pero se traslada al gran público, convertido en práctica deportiva, mediante los concursos de ACOSO Y DERRIBO.
  
• En «El Zapillo» puede vivirse a dos niveles: Primero, como exhibición y complemento a un día de campo, o, segundo, practicando a través de cursos individualizados.